Antes de la pandemia y durante las últimas décadas, la mayoría de las trasnacionales y empresas de todo el mundo se alinearon con el modelo comercial de China y otros países, que no solo ofrecían mejores precios en lo que se refiere a proveeduría de materia prima, sino con el que, además, contaban con bajos costos de producción debido a la mano de obra barata y otras ayudas que los gobiernos de esos países ofrecieron a las multinacionales.
A ese movimiento se le conoció con el nombre de Offshoring que, básicamente se refiere a la emigración de fábricas y empresas de todo el mundo hacia China, India, Indonesia, Malasia, Taiwán y otros países de las llamadas economías emergentes.
Este escenario, en la realidad actual es cada vez menos factible a raíz de las restricciones que nacieron con la pandemia del COVID, pues los empresarios a escala mundial sintieron en piel, finanzas y vulnerabilidad, el tener sus fábricas y proveedores en continentes tan distantes a los que no podían llegar ni acceder.
Así nació entonces la necesidad de repensar el asunto e instalar sus fábricas en geografías más cercanas y en las que, además, estuvieran fuera del alcance de conflictos sanitarios o bélicos que nuevamente pusieran en riesgo la estabilidad financiera de sus empresas.
A este movimiento se le conoce como Nearshoring y lo que proyecta traer a algunos países de Latinoamérica, es especialmente favorable para las economías de esas naciones.
Latinoamérica: Destino estratégico para el mundo industrial
Si bien no podemos hablar de la muerte del Offshoring, si podemos analizar que los escenarios han cambiado y nuevas geografías se beneficiarán de la relocalización de las empresas mundiales pues el Nearshoring es un modelo que llegó para quedarse y en especial, algunos países de América Latina, serán los grandes receptores de toda esa inversión que ya ha comenzado a llegar hacia su geografía.
De hecho, los posibles escenarios bélicos en países como China, Estados Unidos y Rusia, han sido el punto definitivo para que miles de industrias tomen la decisión de mudar sus empresas a destinos más estratégicos geográficamente y cuyas políticas resulten amigables para los cuatro grandes bloques que se proyectan a escala mundial: Europa, Rusia, China y América.
Si eres de esos empresarios que está especialmente interesado en gozar de las ventajas del Nearshoring en México, el país que más atractivo resulta para la relocalización de empresas debido a su cercanía con Estados Unidos, es recomendable que te comuniques con el equipo de Asp Mexicana, quienes en el mundo del acero, cuentan con la experiencia, la logística y la capacidad para atender todos los retos que enfrentarás en esta nueva etapa de tu empresa. Ponte en manos de los mejores y que las realidades del mundo no te tomen por sorpresa.