En la opinión de Marcos Larios – Paciencia y confianza en el prójimo.
Existen momentos en los que creemos que lo mejor es actuar con rapidez, y no nos sentamos analizar la situación, y a esperar el momento preciso. Para algunos asuntos, es menester abordarlos en el momento adecuado; ni antes, ni después… y esta es, una habilidad que debemos desarrollar cada uno de nosotros, para conseguir la fortaleza, la sabiduría, el valor y la motivación necesarias para conminar a los demás a hacer lo que deben, y que las cosas ocurran en el mejor momento posible.
No permitamos, para nuestros seres queridos, ni para nosotros mismos, ponernos máscaras, excusas o razones de por qué la vida nos trata mal. No nos rindamos hasta alcanzar buenos resultados.
Desarrollemos la habilidad de reconocer cuándo es hora de intervenir, permaneciendo ecuánimes y con sensatez.
Picuro: «El más grande fruto de la justicia, es la serenidad del alma».